A un poco mas de tres años de mi grado de Doctor

Mi carrera académica comenzó en septiembre de 1994 al ingresar a la carrera de ciencia política en la UAM, en ese entonces sabia con precisión que mi carrera no terminaría al obtener el titulo de Licenciatura, ni que estaría satisfecho hasta alcanzar el grado de Doctor. Doce años después el 8 de Septiembre de 2006 la termino al salir de la Universidad Anáhuac con el Grado de Doctor en Gestión Estratégica y Políticas del Desarrollo. En este lapso que duro mi formación profesional, fue una aventura donde los pasajes de mi vida, se parecían a los personajes de El Castillo de Kafka o a las variaciones internas de los diálogos de el Ulises de James Joyce para terminar en Los Jardines Que Se Bifurcan de Borges, donde no se si estoy despierto o dormido, aun así llego a la conclusión que adornaba el templo de Apolo en Delfos, “solo se que no se nada”.
Pero pasando a otro recuento mas optimista de mi vida, puedo decir que esta época de estudio tan prolongada no fue un sacrificio, sino al contrario fue un placer, tal vez lo vi así por la acendrada educación espiritual de mi adolescencia, que ponía énfasis en el conocimiento, todavía recuerdo aquella sentencia, del Libro de Mormón que dice: “Aprende sabiduría en tu juventud.” En la Biblia se habla de que Salomón pidió entendimiento y sabiduría para poder ser guía de su pueblo y a tan atinado pedimento recibió el don pedido recibió la trascendencia. El libro de Proverbios promete que el conocimiento es mas que oro y plata puras.
Se puede decir que en un país como el nuestro donde todo siempre cuesta mucho trabajo, el tener grados es poseer demasiado y al que mucho se le da, mucho se le exige, creo firmemente que la mejor forma de regresar un poco de lo Dios nos da es a través del servicio a los demás.
El tener un grado académico no significa ostentar un titulo nobiliario, ni una patente de vanidad, bien dice Marx en su introducción a la Ideología Alemana que los hombres se vuelven esclavos de las invenciones de sus mentes, dándoles poder sobre ellos mismos, así pues los grados académicos no son para marcar superioridad o promover desigualdad, es una responsabilidad que nos obliga a ser guías de los demás, es para ello que hemos sido beneficiados con altos estudios, para estar del lado de la verdad, de la ciencia, de la honestidad, de la justicia; el poner el conocimiento al servicio de las tiranías, de la maldad, de la injusticia, de lo bárbaro y lo violento es un crimen en contra de la humanidad y de nosotros mismos.
Vince in bono Malum, vencer el mal con el bien, es muy sencilla la formula , así nuestras acciones se deben traducir en un liderazgo de acción positiva, donde trascendamos a la muerte para ser recordados por nuestro legado.